Tuesday, August 15, 2017

Sexy e Inteligente, como los libros



 ¿Por qué las bibliotecarias y las vendedoras de libros son tan feas?

Quizás esa sea la razón por la que las bibliotecas no se frecuentan y los libros no se venden, no importa cuán interesante sean sus portadas.

No es en defensa propia, pero los escritores se pueden dar el lujo de no ser atractivos físicamente, aunque la mayoría de ellos suelen ser extravagantes cuando deciden caminar por las calles lo que lo hacen atractivos. Lo escritores se ganan la vida atrayendo a personas sapientsexual; es decir, personas que son atraídas por la inteligencia de la otra persona.

Al entrar a una biblioteca uno debe tener la misma expectativa que la de ir a un desfile de moda, todo acerca de la belleza de la estética, y del conocimiento, donde todos los libros se venden por su imagen primero; entonces, los invitas a una copa de vino, y ves cómo piensan. Si la noche continúa o no, dependerá eventualmente de su intelectualidad.

¿Cómo es que todos los negocios del mundo se afinquen a la primera impresión, y el negocio de los libro no? Si bien es cierto que un libro no se debe juzgar por su portada, en verdad la primera imagen de un libro es del quien te lo vende.

Hooters vende sus Alitas de pollo grasosas y cerveza mala y cara gracias a sus chicas sexy.

La actitud de las vendedoras de libros o bibliotecarias debe ser como dice la canción de Def Leppard: “Put some sugar on me” (Pon azúcar sobre mí); no literalmente, pero la azucar, o extra entusiasmo, lo pone quien vende el libro.

La experiencia de comprar un libro debe de estar tan llena de placer como cualquier otra experiencia. No importa que el libro comprado lo cerramos para pensar en esa chica que lo vendió. Al final, lo terminamos de leer, para volver a la librería o biblioteca para hablar con ella del libro, y comprar otro.

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